miércoles, 2 de septiembre de 2015

La grandeza de los pequeños detalles.

Ayer volvía a casa, apurado, maldiciendo al que se me cruce en frente, recuerdo que había sido un día pesado y lo único que quería era llegar a mi habitación, tirarme en la cama y dejar que la larga noche me lleve al mundo de los sueños y por fin acabar con el bendito día. Ya en el bus, estresado, recibiendo empujones y sacudones debido a las maniobras del chófer, encontré un asiento vació, daba justo a la ventana, de pronto vi algo, algo que deje de apreciar hace mucho. La vi a ella, a la dama que te acompaña todas las noches, quien te alumbra el sendero, quien con su resplandor te muestra lo sublime que puede ser la vida, en los momentos malos o buenos. ¡La luna! estaba tan hermosa e hipnotizante, quede embobado unos minutos y pues entonces recordé una canción, una de mis favoritas "Al lado del camino" de Fito Paez, hay una parte de la letra en la que dice "Me gusta estar al lado del camino, fumando el humo mientras todo pasa, me gusta regresarme del olvido, para acordarme en sueños de mi casa, del chico que jugaba a la pelota, del 4 95 85, nadie nos prometió un jardín de rosas, hablamos del peligro de estar vivo" y recordé que muchas veces cuando crecemos olvidamos nuestra esencia, lo que somos, y también olvidamos algo muy importante, apreciar esos pequeños detalles, detalles que se vuelven grandes. olvidamos apreciar un atardecer, un músico en la plaza, olvidamos ver la luna, un momento con la familia, con los amigos, todo por querer avanzar rapido, por querer llegar al final, ¿Pero cuando llegues al final que harás? tal vez mires atrás y te des cuenta que no disfrutaste el camino y darías todo por volver a hacerlo. Darías todo por volver a ver la luna, por ver una sonrisa de tu hijo, o un sermón de tu madre. Así no hay que pensar mucho en el final, sino en el camino que antecede a este y así podremos ver la vida de otra manera.

Esta foto la tome ese mismo día, llegue a mi casa rápidamente y en vez de mandar al diablo al mundo, saque la cámara e inmortalice ese momento.




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